8/31/2009

santa rosa.

la lluvia es en cualquier ciudad, un dolor de huevos. es cuando la mala suerte logra escaparse de la celda que la mantiene (de a ratos) cautiva, y hace de las suyas. En santa rosa se incremente, y los demonios diagonales que habitan la plata le ayudan a hacer de nuestra vida un infierno mojado y frio. los autos parecen empaparte a proposito, ya que la ocasión lo amerita.
el pelo hace lo que le da en gana, y no hay peine, ni crema, ni nada que aguante esta humedad agobiante. el desamor destruye a los pobres corazones sangrantes y no les deja cicatrizar al mirar por la ventana. la puerta, que se cierra con la llave adentro, dejando al dueño de casa, sin casa. los brujos del olvido no ayudan, y no recuerdo haber lavado los platos antes de salir. la gente está malhumorada, las monedas desaparecieron magicamente, y un sortilegio angelical y monstruoso te llena la nariz (al igual que a toda la ciudad) de agua. las baldosas flojas se llenan de fango, y esperan al prox desprevenido a que las pise, para largar su maldición sobre la ropa, y empeorar el malhumor. la tarea o el trabajo, se torna interminable. el insomnio y el sueño, combinacion mortal. los novios se pelean, el colectivo tarda en llegar, y lo que parecia olor a tierra mojada, se hace nada y barro. la casa y todo, no se mantiene en limpieza, y cuando estas por salir confiado por que paró dios de mearnos momentaneamente, se larga mas fuerte aun, si eso es posible. la radio no quiere sintonizar nada. el momento de levantarse, parece adelantado y no alcanzan las horas de sueño para cubrir el cansancio que la lluvia provoca. las cosas tardan el doble, y la ciudad gris, se hace de noche a las 4 de la tarde. la imaginacion se va. los suicidas, se suicidan, y a nadie le importa. porque llueve.

No hay comentarios: