Morisqueta y lagrimita

Esta bien, ganaste, perdí. Te perdí. Me dijiste que la vida a veces es injusta, que son cosas que pasan. Me enseñaste que no siempre se tiene lo que se quiere, aunque no podamos evitar quererlo. Me hiciste saber que las cosas son así, y que no necesariamente vallan a cambiar. Acepto mi derrota, tenes razón. No debí creer que todo era posible. O si, porque valió la pena quererlo, intentarlo. Me tiré a una pileta sin saber si había o no agua. Evidentemente no había, porque mis contusiones y heridas sangran. La sinceridad a veces duele tanto como una mentira, pero al menos, la sinceridad solo ataca una vez.
No voy a negarte que la estoy pasando mal, ¿para que? No voy a ignorarte ni a odiarte, “son cosas que pasan”.
Pero si no te odio, si no te ignoro, si no te miento…¿por qué seguís lastimándome?
Le estas tirando sal a mis lastimaduras, me estas matando.
Si, ya se, no es tu culpa, vos no sabes que lo estas haciendo, pero lo haces.
No me dejas dormir. Cuando me acuesto, estas ahí, recordándome todo.
Cuando logro conciliar el sueño, estas ahí, en forma misteriosa.
Cuando me levanto, lo primero que aparece, es tu rostro.
Estas en cada parte de mi puto ser.
No puedo ver a nadie, sin verte, sin ver tus ojos negros, sin verte aunque sea de refilón.
No puedo oler nada, sin sentir el olor de tu pelo, de tu ropa.
No puedo oir nada, sin que tu voz me desconcentre.
Estas destruyendo mis sentidos.
Este sin sentido, me esta matando.
¿Como queres que te borre, si estas hasta en mi inconciente?
Me hace mal, pero ¿y si yo no quiero borrarte?
No quiero. Me hace mal, pero no quiero borrarte.
Ja! Como si pudiera borrarte.
Una luz cegadora, un disparo de nieve.
Como si fuese tan fácil.
Siempre se me viene a la mente la misma imagen.
Hace frío, y caminamos juntos.
No decís nada, yo me encargo de decirte todo lo que tenés que saber.
Me miras, y me sonreís. No sabes que decir. Desapareces en una voluta de humo.
Y me quedo en la calle, solo, esperándote.
Tengo dos sueños recurrentes, con dos finales alternativos.
En uno, me decis que me amas, me besas, me despierto, y me entristece la realidad.
En otro, me decis que no me amas, que nunca sentiste nada por mi, me despierto sabiendo que es verdad.
Ya se que soy yo el que me está clavando cada clavo, no hace falta ni que lo digas.
Me estoy cavando la fosa, pero valió la pena.
No conseguí nada, no sirvió de nada, pero valió la pena.
De razones vive el hombre, de sueños sobrevive.